domingo, 4 de octubre de 2009

Palabras para (y por) Daniel

Cada vez que un ser querido muere, siento como los fantasmas que en días de años pasados me atormentaron vuelven a dejar su estela negra por mis neuronas, estremeciendome todo el cuerpo. No obstante a veces es imposible sentir el alivio de pensar que ha cesado tu sufrir, que esa enfermedad que corrompió tu mente y tus ideas ha terminado al fin su tortura para al fin dejarte descansar.

Quizá no he podido hablar contigo todo lo que me gustaría, pero no ha sido poco todo lo que aprendi por tus palabras. Me enseñaste a pensar mas allá de lo que me habían enseñado nunca; mostrándome que no es imposible entender las palabras mas laberínticas y las filosofías mas enrevesadas si uno pone su empeño e insistencia en ello; aún sin ser íntimo amigo, fuiste un compañero y fuente de sabiduría que, quien lo diría, acabaría siendo esencial en mi vida (sobre todo a la hora de escribir). Desde las risas que pudiste causarme de pequeño, hasta las lágrimas años después, tus libros no han dejado de sorprenderme nunca. Pero mas me tocaron aún las palabras de tu puño y letra que dejaste escritas en cada uno de los libros que me diste de tu extensa biblioteca.

Ante todo, me enseñaste cuan ignorantes somos todos y que lo primero que no se debe ignorar es el mismo hecho de que lo somos. Me mostraste lo importante que era el esfuerzo y la voluntad por avanzar. Centraste tu mente en tus pasiones, y salieron auténticas joyas -Ni matemáticas, ni biología, ni química, ni tecnología: fuiste letras puras-, escritas sin cesar por tu agotada pluma, que hoy, escribiría sus últimas palabras de haber tenido la oportunidad de hacerlo.

No derrarmaré hoy una lágrima por ti, eso no significa que no lamente tu muerte. Pero la vida sigue, y se que si hay algo que pudieras decirme sería que continuara avanzando. En este caso, solo tengo un propósito: mantener vivo tu recuerdo junto al de todos los seres queridos que algún día dejaron este mundo o lo dejarán. Tanto en mi mente como en la de los demás, tanto en tus libros, como en esas breves palabras que dejaste escritas en otros tantos que me diste en tus arrebatos por ceder tu sabiduría a las próximas generaciones. Por eso, y por tantas charlas que revolucionaron los rincones mas profundos y recónditos de mis (y nuestras) mentes.

Gracias, Daniel Cortezón.

[...]

"[...]Con mi deseo de que siga sabiendo que solo la disciplina moral y el trabajo dan lugar al éxito... Voluntad, se llama eso" Daniel Cortezón.

No lo olvido, continúaré sabiendolo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias hermanito. Me ha emocionado mucho lo que has escrito, se nota que Daniel ha sido una persona muy importante para ti, a la que querias mucho. Daniel fué una persona que marcó por sus buenos valores, de la constancia, el esfuerzo, el trabajo..., siempre fue autodidacta y lo que consiguió con toda su sabiduría se lo ganó él. En sus malos momentos luchó y aunque tarde, fueron recompensados sus esfuerzos y consiguió la mayoría. Lo que siempre valoré de mi padre fué su sacrificio y su afán de superarse y no conformarse con nada.
Estoy en su despacho escribiendote y recuerdo a su vez a él estar sentado en esta misma silla horas y horas leyendo, estudiando, escribiendo... en resumen esforzandose y a la vez disfrutando de su trabajo y de lo q iba aprendiendo. Eso mismo es lo q nos queria enseñar.
Esa forma de ser que el tenia es la que le llevo a ser un buen escritor, una buena persona, un buen amigo, un magnífico marido y padre.
Tu y yo vivimos situaciones parecidas y perdimos a seres queridos muy jovenes, lo llevamos como mejor pudimos, pero en mi caso si no fuera por Mati y por Daniel no habria podido, pues me hicieron ver la vida de otra manera y mis vivencias con ellos siempre fueron felices y nunca me falto de nada, menos aun cariño. Me alegra mucho que Daniel te hubiera marcado en tu vida y q aprendieras tanto o mas q yo y por eso es tan dificil despedirnos de él.
Gracias.
Un beso. Tu hermanita.

-marta. dijo...

gracias por firmar... =)
eres la primera persona en mucho tiempo jaja
gracias a dios a mäs gente le importan tales aberraciones...
seguro que merece la pena leerte de forma continua :)


siento lo de daniel..

un saludo!